viernes, 5 de octubre de 2018

Diario_de_Campo_INT06_Noveno

FORMATO DE REGISTRO DE DIARIO DE OBSERVACIÓN
Observación No: 06
Tema proyecto: comunicación, habilidades blandas, hábitos de aprendizaje
Nombre del(a) observador(a): María Alejandra Acosta
Fecha de registro de observación: 31/08/2018
Hora de inicio: 12:40
Hora de finalización: 2:20
Lugar donde ocurrió la situación:  IED CAH - biblioteca
Organizados alrededor de la biblioteca, dimos inicio a la actividad observando el corto LOU de pixar.  Posterior a la observación del video, comenzamos a discutir de qué se trataba.  Los estudiantes hablaron del respeto en relación al corto animado, aunque el tema central del video es el acoso escolar (matoneo – bullying).  El corto representa a un niño que molesta a sus compañeros, agrediéndolos físicamente y despojándolos de sus pertenencias.  Sin embargo, un personaje creado a partir de las cosas perdidas, cobra vida y decide enseñarle una lección.  Al final del corto, el niño comprende que es mejor ser amable que huraño, y termina entablando buenas relaciones con sus compañeros.  La idea de presentar el video, era poder seguir explorando las habilidades blandas interpersonales, y algunas de carácter intrapersonal, como la conciencia emocional y el control de emociones.  Les propuse entonces crear una campaña publicitaria en torno al matoneo, más específicamente al planteamiento de una propuesta en contra del acoso escolar, representada en un afiche que posterior a su elaboración, debía ser expuesto y “vendido” a los demás.  Me agrada recordar que durante la ejecución de los carteles, se notó que el “trabajo en grupo” ha mejorado exponencialmente, pues los estudiantes ahora saben (y aplican), que trabajar en grupo implica escuchar todas las opiniones valorando los aportes, incorporándolos, y estableciendo relaciones de intercambio que de alguna manera enriquezcan el ejercicio.  En ese orden de ideas, los estudiantes conversaban y discutían las ideas que iban planteándose de a poco.  Noté que, en la mayoría de los grupos, tendían a dividirse el trabajo, de manera que cada quién tenía su propia labor.  Claramente, hubo grupos donde la comunicación no se dio de forma tan asertiva y tendían a trabajar por parejas, dejando de lado al resto de las personas.  Me pareció además muy interesante, el afán de aprobación que los estudiantes tienen, porque si bien el ejercicio era enteramente libre y se ajustaba a la creatividad de cada grupo (y participante), siempre que tenían una idea medianamente bien establecida, me llamaban para comentármela.  Yo siempre traté de hacer énfasis en que lo que ellos quisieran demostrar estaría bien, mientras aplicaran los conocimientos que han adquirido hasta hoy, a lo largo de las diferentes intervenciones.
Me causó impacto positivo notar que hay estudiantes dentro del grado que se desenvuelven bastante bien en público.  Es verdad que, al tratar de desarrollar el ejercicio, más que una campaña publicitaria, se dedicaron a informar al resto de sus compañeros las desventajas del matoneo, y la importancia de aceptarnos exactamente como somos, teniendo en cuenta que las diferencias entre las personas, hacen que la vida cobre mayor significado.  Una de las estudiantes resaltó que, si todos fuéramos iguales, la vida sería muy aburrida, y el grupo estuvo de acuerdo.
Es impactante el agrado con el que los estudiantes acatan ciertos ejercicios.  He notado en diversas oportunidades que existen ejercicios a lo que le prestan mayor atención y por extensión, imprimen mayor esfuerzo en su desarrollo.  El juego de roles, la construcción de historias, la elaboración de elementos gráficos, todos hacen parte de una serie de actividades que bien enfocadas, generar resultados bastante satisfactorios. 
Hubo un momento en específico que debo narrar aquí, aunque en realidad no tenga que ver con la intervención propiamente dicha.  Previo al inicio de la actividad, el estudiante al que generalmente le pido ayuda para que me colabore con la conexión de los aparatos tecnológicos que utilizo en la actividad, se me acercó y me preguntó: Profe, ¿qué haría usted si se encontrara una USB?, yo le respondí que dependiendo del contexto la devolvería o se la entregaría a alguien que pudiera regresarla a su dueño.  El estudiante entonces me preguntó nuevamente de forma más específica: pero, ¿qué haría si se encontrara una USB en una biblioteca, por ejemplo? (cabe resaltar que nos encontrábamos en la biblioteca del colegio), yo le respondí que se la entregaría al bibliotecario o bibliotecaria del lugar, entonces hizo un gesto de asentimiento y regresó a su lugar.  Al poco tiempo, la bibliotecaria me preguntó si habíamos encontrado una USB conectada a uno de los computadores, e hizo la aclaración: alguno de ustedes debió encontrarla, porque nadie más ha entrado aquí hoy.  Inmediatamente miré al estudiante y lo cuestioné al respecto de si esa era la razón de haberme preguntado por la memoria antes, y una vez más reiteré que debió entregársela a la bibliotecaria, lo que hizo inmediatamente después del incidente.
No estoy segura de sí este acontecimiento le dio o no una lección al estudiante, pero noté la vergüenza en su expresión tras ser vinculado con la pérdida del dispositivo… posiblemente hechos como el anteriormente narrado sean la razón de que, al hablar de habilidades blandas, los diferentes autores enfaticen en que las habilidades blandas no se aprenden, pues son intrínsecas, pero deben desarrollarse de manera informal, para que seamos capaces de funcionar adecuadamente dentro de la sociedad.

Reflexión:

Preguntas:

Notas:

Tiempo de observación: 1 hora y 40 minutos.

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