FORMATO DE REGISTRO DE DIARIO DE OBSERVACIÓN
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Observación No: 06
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Tema
proyecto: comunicación, habilidades blandas, hábitos de aprendizaje
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Nombre del(a)
observador(a): María Alejandra Acosta
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Fecha de registro
de observación: 31/08/2018
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Hora de
inicio: 12:40
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Hora de
finalización: 2:20
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Lugar donde
ocurrió la situación: IED CAH -
biblioteca
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Organizados
alrededor de la biblioteca, dimos inicio a la actividad observando el corto
LOU de pixar. Posterior a la
observación del video, comenzamos a discutir de qué se trataba. Los estudiantes hablaron del respeto en
relación al corto animado, aunque el tema central del video es el acoso escolar
(matoneo – bullying). El corto representa
a un niño que molesta a sus compañeros, agrediéndolos físicamente y
despojándolos de sus pertenencias. Sin
embargo, un personaje creado a partir de las cosas perdidas, cobra vida y
decide enseñarle una lección. Al final
del corto, el niño comprende que es mejor ser amable que huraño, y termina
entablando buenas relaciones con sus compañeros. La idea de presentar el video, era poder
seguir explorando las habilidades blandas interpersonales, y algunas de carácter
intrapersonal, como la conciencia emocional y el control de emociones. Les propuse entonces crear una campaña
publicitaria en torno al matoneo, más específicamente al planteamiento de una
propuesta en contra del acoso escolar, representada en un afiche que
posterior a su elaboración, debía ser expuesto y “vendido” a los demás. Me agrada recordar que durante la ejecución
de los carteles, se notó que el “trabajo en grupo” ha mejorado
exponencialmente, pues los estudiantes ahora saben (y aplican), que trabajar
en grupo implica escuchar todas las opiniones valorando los aportes,
incorporándolos, y estableciendo relaciones de intercambio que de alguna
manera enriquezcan el ejercicio. En
ese orden de ideas, los estudiantes conversaban y discutían las ideas que
iban planteándose de a poco. Noté que,
en la mayoría de los grupos, tendían a dividirse el trabajo, de manera que
cada quién tenía su propia labor.
Claramente, hubo grupos donde la comunicación no se dio de forma tan
asertiva y tendían a trabajar por parejas, dejando de lado al resto de las
personas. Me pareció además muy
interesante, el afán de aprobación que los estudiantes tienen, porque si bien
el ejercicio era enteramente libre y se ajustaba a la creatividad de cada
grupo (y participante), siempre que tenían una idea medianamente bien
establecida, me llamaban para comentármela.
Yo siempre traté de hacer énfasis en que lo que ellos quisieran
demostrar estaría bien, mientras aplicaran los conocimientos que han
adquirido hasta hoy, a lo largo de las diferentes intervenciones.
Me causó
impacto positivo notar que hay estudiantes dentro del grado que se
desenvuelven bastante bien en público.
Es verdad que, al tratar de desarrollar el ejercicio, más que una
campaña publicitaria, se dedicaron a informar al resto de sus compañeros las
desventajas del matoneo, y la importancia de aceptarnos exactamente como
somos, teniendo en cuenta que las diferencias entre las personas, hacen que la
vida cobre mayor significado. Una de
las estudiantes resaltó que, si todos fuéramos iguales, la vida sería muy
aburrida, y el grupo estuvo de acuerdo.
Es impactante
el agrado con el que los estudiantes acatan ciertos ejercicios. He notado en diversas oportunidades que
existen ejercicios a lo que le prestan mayor atención y por extensión,
imprimen mayor esfuerzo en su desarrollo.
El juego de roles, la construcción de historias, la elaboración de
elementos gráficos, todos hacen parte de una serie de actividades que bien
enfocadas, generar resultados bastante satisfactorios.
Hubo un
momento en específico que debo narrar aquí, aunque en realidad no tenga que
ver con la intervención propiamente dicha.
Previo al inicio de la actividad, el estudiante al que generalmente le
pido ayuda para que me colabore con la conexión de los aparatos tecnológicos
que utilizo en la actividad, se me acercó y me preguntó: Profe, ¿qué haría
usted si se encontrara una USB?, yo le respondí que dependiendo del contexto
la devolvería o se la entregaría a alguien que pudiera regresarla a su
dueño. El estudiante entonces me
preguntó nuevamente de forma más específica: pero, ¿qué haría si se
encontrara una USB en una biblioteca, por ejemplo? (cabe resaltar que nos
encontrábamos en la biblioteca del colegio), yo le respondí que se la
entregaría al bibliotecario o bibliotecaria del lugar, entonces hizo un gesto
de asentimiento y regresó a su lugar.
Al poco tiempo, la bibliotecaria me preguntó si habíamos encontrado
una USB conectada a uno de los computadores, e hizo la aclaración: alguno de
ustedes debió encontrarla, porque nadie más ha entrado aquí hoy. Inmediatamente miré al estudiante y lo
cuestioné al respecto de si esa era la razón de haberme preguntado por la
memoria antes, y una vez más reiteré que debió entregársela a la
bibliotecaria, lo que hizo inmediatamente después del incidente.
No estoy
segura de sí este acontecimiento le dio o no una lección al estudiante, pero
noté la vergüenza en su expresión tras ser vinculado con la pérdida del
dispositivo… posiblemente hechos como el anteriormente narrado sean la razón
de que, al hablar de habilidades blandas, los diferentes autores enfaticen en
que las habilidades blandas no se aprenden, pues son intrínsecas, pero deben
desarrollarse de manera informal, para que seamos capaces de funcionar
adecuadamente dentro de la sociedad.
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Reflexión:
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Preguntas:
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Notas:
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Tiempo de
observación: 1 hora y 40 minutos.
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Este blog surge a partir de la necesidad de desarrollar un diario de campo cuyo contenido gire en torno a las experiencias de las intervenciones grupales llevadas a cabo dentro del proyecto de mejoramiento de habilidades comunicativas y fortalecimiento de habilidades blandas que estoy desarrollando con un grupo de estudiantes de noveno grado.
viernes, 5 de octubre de 2018
Diario_de_Campo_INT06_Noveno
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