domingo, 29 de julio de 2018

Observación_02_proyecto_Sistematización

DIARIO DE OBSERVACIÓN
Observación No: 02
Título: comunicación, habilidades blandas, hábitos de aprendizaje
Nombre del(a) observador(a): María Alejandra Acosta
Fecha de registro de observación: 07/06/2018
Hora de inicio: 9:30 am
Hora de finalización: 11:00 am
Lugar donde ocurrió la situación: Salón 706 JM
Descripción:
Entro al salón con la docente de matemáticas.  Cuando la profesora saluda, los niños se sientan y ella comienza la clase organizándolos en grupos de 4 personas de acuerdo a su ubicación inicial en filas.  Los niños y niñas se sientan en pupitres típicos.  Desde el inicio me doy cuenta de que el ruido del ambiente es alto, debido en principio a la mala acústica del salón (que comparado con el de 701 es más grande), y dada la charla que mantienen los integrantes del grado, que utilizan un volumen elevado para hablar.
Cuando se están organizando, los estudiantes en lugar de levantar las sillas las arrastran contra el suelo, lo que aumenta considerablemente el ruido dentro del salón.  Juegan, se ríen, y tardan más tiempo del necesario en ubicarse como la profesora les indicó.

Como yo estoy de pie al lado de la puerta con una libreta en la mano tomando notas, luego de que los niños y niñas ya se encuentran organizados y distribuidos por el salón, un niño se me acerca con una silla y me pregunta: ¿Se quieren sentar profe?, ante su gesto de amabilidad sonrío, le doy las gracias y me ubico.

La profesora comienza la clase indicándoles que dado que los resultados de las bimestrales (exámenes de las materias fundamentales que se hacen al estilo pruebas SABER en la institución al finalizar cada período), no fueron buenos (resalta que un único estudiante sacó una nota por encima de 4), van a realizar un taller de nivelación, en el que deben resolver de forma grupal los ejercicios, para luego verificarlos entre todos en el tablero.  Les explica que trabajan en grupo por la falta de material, pero que deben presentar todos los puntos de manera individual en su cuaderno de matemáticas. 

Noto que mientras la docente habló, el ruido del ambiente disminuyó considerablemente, pero una vez les dio la indicación de comenzar a realizar el ejercicio, fue en aumento de forma paulatina, hasta restaurarse como al inicio de la clase.

En el salón hay presentes 35 estudiantes, hay 3 estudiantes ausentes.  Tengo conocimiento de que en total en listas hay 39 estudiantes, por lo que me surge la duda de si alguien se ha retirado, o mi conteo fue deficiente.  Con lista en mano, pude verificar que en total hay 17 mujeres y 22 hombres, por lo que me doy cuenta de que, en el nivel séptimo, hay mayor cantidad de estudiantes hombres que de alumnas mujeres.
La docente me comenta que uno de los estudiantes ausentes mantiene comportamientos agresivos con sus compañeros, pues los insulta, los molesta y les pega sin razón.  Me cuenta que sólo hay un niño con el que se la lleva bien (lo señala), dice que el estudiante ausente llegó este año, y que ha sido difícil manejar su agresividad frente a sus compañeros, que valga decirlo, son más jóvenes y más pequeños (en estatura) que él.

Veo que, durante el ejercicio grupal, varios de los niños se entretienen en cosas diferentes a la actividad, como utilizar el celular o hablar con sus compañeros.  En este caso los grupos están parejos (mixtos), pero veo 4 compuestos sólo de niñas o niños.

Cuando la docente reinicia su explicación para analizar los puntos del taller con todo el grupo, algunos de los niños se dispersan y siguen hablando entre ellos, por lo que la profesora debe pedirles atención de manera constante.

La profesora me cuenta que no ha podido realizar actividades con los niños y niñas de este grupo que impliquen el uso de tijeras o cortadores, porque de hacerlo, ellos comenzarían a cortarse entre ellos (el pelo, por ejemplo) o a hacer bromas pesadas, pues la última vez que lo intentó, tuvo que suspender la actividad cuando se dio cuenta de que uno de los niños estaba poniendo su bisturí abierto y de punta sobre la silla de otro compañero.  Cuando le preguntó la razón, le dijo que era “para que cuando se sentara, se chuzara”.

Cabe señalar que la organización inicial de la docente (en grupos de acuerdo a sus filas), obedece a que, si les da la libertad de ubicarse a su antojo, los niños y niñas tienden a hacerlo sólo con sus compañeros-amigos y no trabajan.  Además, afirma que se demoran mucho más en ubicarse, y que ha perdido hasta 20 minutos de la clase sólo en esa actividad.

Durante mi observación, noté como un niño en específico se desesperó luego de que la docente decomisara su celular.  Jamás sostuvo su atención en el ejercicio académico más de dos minutos.  Pude darme cuenta de que se levantaba constantemente y agredía físicamente a sus compañeros al pasar (dándoles golpes en la nuca).  En una oportunidad, por algún comentario que no escuché, le lanzó una patada a su compañero del lado.  En un momento, la profesora le llamó la atención, y le dijo: ¡oiga! Pero es que usted no se logra concentrar, a lo que el estudiante le respondió: Me concentro si me devuelve el celular, y finalmente la docente le dijo: ¡si se lo regreso se concentra en el celular, no en la prueba! Acto seguido, el estudiante se sentó a trabajar, hecho que no duró más de 5 minutos.

En la medida en la que la clase transcurría, los estudiantes se iban poniendo cada vez más inquietos, hablaban, se golpeaban, y hasta silbaban.  Hubo momentos en los que había una especie de lluvia de papeles por el aire, pues en lugar de acercarse a la caneca a botarlos, los lanzaban desde el puesto, lo que fue generando mayor suciedad y desorden en el aula. 

Un estudiante se pone de pie, y al sacarse la mano del bolsillo, bota sus monedas.  Varios estudiantes se apresuran a ayudarlo a recogerlas, pero una moneda queda perdida. Una niña interviene y acusa a otro de sus compañeros y dice que “se quiere robar la moneda”, la docente interviene levemente y el niño entrega la moneda.  La niña afirma que el estudiante “siempre hace lo mismo y coge lo que no es de él”.

Cuando la clase se termina, la docente les solicita a los estudiantes organizarse nuevamente en filas y recoger la basura a su alrededor.

Reflexión:
Es importante abordar la comunicación verbal y hacer énfasis en la no verbal.  Pues si bien estos niños y niñas tienden a ser agresivos con las palabras, es más conflictivo el hecho de que algunos de ellos no puedan manejar su ansiedad o emociones, y terminen golpeando a los otros sin ninguna justificación.
Parece muy necesario abordar además intervenciones acerca del cuidado de lo ajeno, y que ayuden a disminuir las pérdidas (robos) de objetos en los salones.
Pregunta:
Ø       ¿Es importante o necesario realizar ejercicios de seguimiento de instrucciones?
Ø       ¿Cómo enseñarles a escuchar?
Ø       ¿Se debe abordar un tema aparte para poder disminuir los robos que se presentan en el aula de clases?
Notas:
Tiempo de observación: 1 hora 30 minutos

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