FORMATO DE REGISTRO DE DIARIO DE OBSERVACIÓN
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Observación No: 01
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Tema
proyecto: comunicación, habilidades blandas, hábitos de aprendizaje
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Nombre del(a)
observador(a): María Alejandra Acosta
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Fecha de registro
de observación: 05/06/2018
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Hora de
inicio: 8:50 am
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Hora de
finalización: 9:20 am
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Lugar donde
ocurrió la situación: Salón
701 JM
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Descripción:
Los niños y niñas se encuentran en clase de matemáticas y cuando entro se
ponen de pie para saludar. El salón es
pequeño y los pupitres son mesas y sillas separadas. Los estudiantes se encuentran en clase de
matemáticas, la docente es amable y no se opone a la observación. Le pregunto a la docente cuántos
estudiantes hay, y me dice que faltaron 3, pues en el aula hay 33 estudiantes
de 39. Le comunico a la docente que me
voy a sentar para poder mirar sin interrumpir y me ubico en un pupitre cerca
de una esquina.
A partir de
la información suministrada por la docente, conozco que en total en el grado
701 hay 17 niñas y 22 niños, lo que indica que las estudiantes ausentes son
todas niñas. Los alumnos están
dispuestos en grupos de trabajo de no más de 4 estudiantes, son 8 grupos en
total. No se cómo se formaron los
grupos, pero puedo notar que en su mayoría son mixtos, pero los niños tienden
a interactuar de manera que prevalecen las relaciones niño-niño y niña-niña.
En general
parece que los estudiantes están atentos al taller que están realizando (que
por lo que sé es una nivelación de fraccionarios), sin embargo, varios de los
niños se ponen de pie continuamente y merodean de grupo en grupo, haciendo
preguntas a otros compañeros, aunque parecen ser cuestionamientos que nada
tienen que ver con la actividad académica.
Desde el momento en el que entré al salón, el ruido del ambiente ha
aumentado considerablemente, y puedo notar que es porque los niños y niñas de
este grupo hablan bastante y en un volumen elevado.
En un momento
específico (casi al finalizar la observación) los estudiantes comienzan a
ponerse de pie, pero esta vez con la intención de hablar con la docente,
quien durante el transcurso de la clase les entregó sus notas definitivas del
segundo período académico. La docente
atiende a todos, aunque los niños y niñas la rondan por doquier.
Durante mi
observación, tres niños se acercaron a mí; uno me pregunto si les iba a sacar
sangre y que si era una doctora (esto supongo, por el uniforme que llevaba
puesto), el siguiente me preguntó quién era, y como me vio escribiendo, me
dijo más a manera de afirmación que de pregunta: ¡Está escribiendo que nos
estamos portando mal! ¿Cierto?, el tercero simplemente me saludó y me sonrió,
lo que me indica que si bien traté de interactuar lo menos posible con ellos
(porque se trató de realizar un ejercicio de observación NO participante),
los niños notaron mi presencia y se interesaron en saber quién soy y por qué
estoy aquí.
En un momento
determinado noto que mientras dos niños hablan, uno le pega al otro una
fuerte palmada en la frente, el otro sin responder continúa como si nada.
Como el
trabajo es en grupo, puedo advertir que hay niños a los que se les dificulta
trabajar de forma colaborativa, pues tienden a aislarse, poniendo sus sillas
en posiciones en las que dan la espalda a sus compañeros, o simplemente
hundiéndose en su cuaderno, y asumiendo estados en las que cierran tanto su
espacio visual, como su campo de interacción con el otro.
En cuanto al salón,
observo que hay papeles arrugados en el piso, varios lápices y puedo notar
que desde el momento en el que entré, hasta el final de la sesión (mi
observación termina cuando se termina la clase de matemáticas), el orden del
salón ha menguado, de manera que además de organizas sillas y mesas, la
docente les solicita a los estudiantes al terminar la clase, que recojan toda
la basura que encuentren cerca, indicación que cumplen a cabalidad.
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Reflexión: En
términos de comunicación verbal, noté que los estudiantes usan palabras
soeces en contra de sus compañeros. En
cuanto a la comunicación no verbal pude observar que, si bien algunos
expresaban interés y alegría de estar en el aula, otros estaban aislados y
parecían aburridos. En algunos casos,
varios de los niños no interactuaban con los demás, sino que se encontraban
absolutamente absortos en la actividad propuesta por la docente.
Las
conversaciones entre los niños y niñas (cada uno con su respectivo género)
parecen ser fluidas y sin contratiempos, pero noto que algunos al entrar en
contacto son bruscos, no modulan su fuerza al tocar al otro.
La atención
frente al ejercicio académico no es sostenida, más bien parece ser de
carácter intermitente.
En charla con
la docente, se evidencia que uno de los problemas a nivel académico latentes,
es que los niños y niñas no retienen la información que se les suministra, lo
que evita su aprendizaje.
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Preguntas:
Ø ¿Es necesario
diseñar y desarrollar intervenciones grupales en torno a la atención?
Ø ¿Además de
los hábitos de aprendizaje, habrá que trabajar en el aprendizaje de los niños
propiamente dicho (cómo aprenden, qué inteligencias poseen, etc.)?
Ø ¿Las acciones
violentas se han naturalizado de alguna manera en la población observada?
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Notas: La
docente me indica (porque se lo pregunto) que las edades de los niños que
están en el nivel de séptimo rondan el rango entre los 11 y los 15 años. La pregunta surge porque al salir del
salón, noto que algunos estudiantes “muy altos” la saludan y ella me confirma
que son de grado séptimo.
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Tiempo de
observación: 30 minutos
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Este blog surge a partir de la necesidad de desarrollar un diario de campo cuyo contenido gire en torno a las experiencias de las intervenciones grupales llevadas a cabo dentro del proyecto de mejoramiento de habilidades comunicativas y fortalecimiento de habilidades blandas que estoy desarrollando con un grupo de estudiantes de noveno grado.
domingo, 29 de julio de 2018
Observación_01_Proyecto_Sistematización
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