A decir verdad esta es una noche común y corriente, y para ser sincera no tengo idea de qué debo hacer para que el estatus quo de una noche común cambie dramáticamente en pocos segundos. Con esto en mente, y con la idea de resolverlo de alguna forma mi meta será convertir cada detalle de mi existencia en algo digno de ser contado, incluso cuando los acontecimientos nazcan bajo la apariencia de "un algo" totalmente trivial y sin importancia. Supongo que encontraré las herramientas adecuadas para hacer que esto funcione para mi, y si por aquellos azares que hacen parte de la vida, alguien se interesa en lo que está escrito, habré logrado mucho más que exteriorizar mis pensamientos. No espero un público inmenso o un club de fans que disfrute de mi "elocuencia" y mis "manejos literarios" tanto como yo lo hago cuando leo a los autores que amo, porque mis intenciones van dirigidas más a obtener cierto grado de autosatisfacción mientras aprendo a pulir mis habilidades literarias, que a expandir mis textos como un virus virtual, y porque hasta ahora lo único que tengo claro es que las grandes ideas nacen de necesidades, y siento una inmensa e incontrolable necesidad de escribir (dicho lo anterior, ciertamente asumo en principio que esta actividad potencialmente es una gran idea).
Esta noche ni cálida ni fría, siendo las 22 horas y 30 minutos del 21 de abril de 2014, me prometo que: 1) Daré rienda suelta a lo que venga, salga en forma de prosa o verso. 2) Nutriré mi vocabulario para que mis párrafos proyecten armoniosamente mis pensamientos. 3) Parafrasearé a aquellos con cuyas ideas concuerde, cuando no encuentre una mejor forma de expresarlo en mir propios términos, dándoles siempre el crédito por su talento. y finalmente, 4) Encontraré en mis silencios el ritmo para compartir con quien quiera que me lea mi mundo con la confianza (¿o la esperanza?) de que descubra en mis narraciones algo de si.
Ahora, sin saber qué más decir por encontrarme embriagada de sueño, abandonaré mi silla naranja y me dispondré a dormir. Puede que mañana cuando abra los ojos encuentre el pretexto perfecto para construir un nuevo mundo con sólo algunas palabras.